Ahora pedir algo para reyes me parece un acto de lo más egoísta, después de conocerle no puedo pedir nada más porque no hay nada suficientemente bueno que pueda hacerle competencia, no hay absolutamente nada que yo pueda necesitar mas que a él.
Y no se lo que siento, bueno si lo se pero no encuentro palabras que lo definan por completo porque es algo demasiado grande, se ha hecho demasiado fuerte en muy poco tiempo y no consigo terminar de asimilarlo. La verdad es que me asusta pensar que esto no salga bien y que se convierta en dolor la absoluta devoción que siento por él. A veces me descubro pensando en él olvidándome del mundo y sonriendo sin motivo aparente pero es que solo recordar algún momento a su lado me saca esa sonrisa estúpida, es inevitable, casi tanto como respirar.