Salgo de noche, bailo y bebo porque cuando cumpla 30 y tantos quiero mirar atrás y sonreír al recordar cuanto disfruté mi juventud y si quieren juzgarme mal por eso, adelante. Tienen mi consentimiento porque cuando cumpla treinta y tantos miraré atrás y no desearé haber tenido otra vida, como probablemente si lo deseen los que me juzgan.